Rutas epicúreas



Últimamente estoy volviendo a la lectura de los clásicos y de entre todos ellos,  me está cayendo cada vez más simpático el filósofo Epicuro de Samos  y os cuento el porqué. El epicureísmo, como muchos sabréis, fue una filosofía hija del hedonismo (achacado tantas veces de egoísta y amoral), y destacó sobre todo por dos pilares fundamentales: la práctica de los llamados "placeres moderados" y la participación en los mismos, es decir, el placer ha de ser compartido y no individual.  Fue uno de los filósofos de la Grecia clásica que  puso acento en el valor de la amistad, señalando la importancia de practicar placeres del alma tan exquisitos como la conversación entre amigos. El buen hombre instauró en el jardín de su casa una escuela filosófica,  llamada la "Escuela del Jardín",  y lo más novedoso para su época (306 a.c)  fue que abrió sus puertas tanto a esclavos como a mujeres, pues para él toda persona era un igual mientras fuera virtuosa. Sin duda, lo anteriormente dicho es una forma muy simple de introducir esta corriente filosófica y me dejo atrás muchos matices, como el hecho de no admitir la intervención de los dioses en el destino de los hombres; el asumir la muerte como algo natural de la vida a la que no había que temer; o el practicar el conocimiento de la naturaleza para así perder el miedo a ciertos fenómenos naturales que eran achacados a la ira de los dioses; y tantos otros preceptos. No podemos negar que este señor fue un adelantado para muchas cosas, aunque su filosofía fue muy criticada durante siglos pues también tenía sus extremos,  pero otro gran pensador, el genial Francisco de Quevedo, gran admirador de la cultura clásica, intentó en pleno Siglo de Oro  revitalizar su figura y pensamiento con el libro "Defensa de Epicuro contra la común opinión", libro que cayó en mis manos hace unos días y a través del cual podemos saber un poco más de esta  filosofía de la mano de todo un bon vivant.

Todo lo anterior me sirve de introducción para pasar a relataros una gastro ruta nada despreciable. En ella el placer de la buena mesa está obviamente presente, pero algo que las fotografías nunca podrán captar es el placer de compartirlas en amistad, de intercambiar,  entre bocado y bocado, recuerdos, confidencias y risas,  y alguna que otra nada alarmante y  terapeútica lagrimilla. Y aún hay más, mis amigos cibernéticos podrán beneficiarse además de unas excelentes referencias para sus próximas visitas a Sevilla,  pues quedarán colgadas en  la red por siempre jamás (mientras blogger y mis copias de seguridad aguanten). Vamos que estoy hecha una epicúrea de tomo y lomo en lo que a los placeres del alma se refiere.



La imagen contundente de los jamones de pata negra del inicio del post,  me sirven para introducir el primero de los lugares en los que "epicureé" un buen rato, se trata del Burladero (C/ de Canalejas, 1 - Centro). Un nuevo espacio para tapear que también tiene restaurante,  situado en los bajos del sevillano Hotel Colón,  abierto por el joven chef malagueño Dani García.  Formado inicialmente en la Escuela de Hostelería de Churriana (Málaga),  a la que tanto cariño le tengo por trabajar con ellos durante algunos años en la gestión de prácticas en el extranjero de sus alumnos, continuó su formación en los fogones de Berasategui.  Dani se dio a conocer en el mundo de la gastronomía por su pequeño restaurante Tragabuches de Ronda, y fue el primero en introducir en España la técnica culinaria del nitrógeno líquido (cocción a –196º C). Posee varios premios internacionales, pero sin duda su mejor obra es el famoso restaurante Calima del Hotel Gran Meliá Don Pepe (Marbella), dotado de una estrella Michelín.

Mostrador de la barra con varias tapas expuestas


Con todo lo anteriormente descrito, me alegré mucho de que Dani abriera un espacio en la ciudad y estaba deseando probarlo. El lugar está concebido como un gran burladero y los elementos alusivos al mundo del toro se reparten por doquier (fotografías de toreros, capotes, sillas con el respaldo semejante a la cornamenta del toro...), no en vano el hotel donde se sitúa es popularmente conocido en la ciudad como "el hotel de los toreros". Pero lo más original es la presentación de algunas de las tapas y bocados,  como podéis ver en la imagen (salpicón de marisco, ensaladillas, anchoas), que son servidas en latas. Mención especial a los vinos que se pueden degustar aquí, en su mayoría nacionales. Probamos tres tapas para picotear un poco: el gazpacho de cerezas con queso fresco y pistachos, el salpicón de langostino y bogavante con salsa de mostaza de Dijon y una ensaladilla rusa con eneldo y salmón acompañados de dos copas de tinto. Todo llego a salir por unos 20 €,  pues los precios son medios-altos para lo que se suele estilar en la ciudad (entre 3-5 euros por tapa). Sin lugar a dudas, estamos pagando otras cosas que no son comestibles (diseño, nombre y ubicación), pero merece la pena la experiencia al menos una vez.

Imagen del pasillo que lleva al restaurante

Zona de tapas del Burladero

Si el lugar anteriormente descrito rezumaba sabor español por los cuatro costados, el que viene a continuación tiene marcado acento francés. Se trata de Soravito (C/ Valparaiso, 13 - Porvenir), abierto por una pareja formada por un francés y una española, el cual me pareció un sitio con muchísimo encanto (una iluminación muy cuidada como en las ciudades del norte de Europa, algo que echo mucho en falta por estas tierras) y con unas tapas deliciosas muy bien despachadas y un servicio más que amable.


Crujiente de morcilla

Ceviche de lenguado

En este local franco-español nos deleitamos con el exquisito crujiente de morcilla, el risotto con setas, el ceviche de lenguado (he probado en muchos sitios este plato de la gastronomía peruana que me fascina, pero pocos como éste) y la presa ibérica a la naranja. No me puedo dejar atrás los excelentes vinos franceses que tienen en su carta, pero de los postres lamentablemente no puedo hablar y tengo que repetir experiencia pues dicen que el soufflé de chocolate con crema inglesa quita el sentido, pero es el riesgo que conlleva la práctica de la doctrina del placer amistoso del griego, que te pones a hablar y a hablar y dale que te pego,  que si te acuerdas de esto y de lo otro, y mira que fulano y mengano... Y de pronto, "¡por Pericles, si el último metro es dentro de 15 minutos!". Llegó,  por los pelos pero llegó.

Risotto con setas


Presa ibérica con naranja



House of Love - The hedonist

House of Love es una de las bandas británicas más especiales de los años 90, eclipsadas en fama, que no en buena música, por otros grupos del sonido Manchester que surgió en esa década y en el que no encajaban los de la Casa del Amor, pues su música iba por otros derroteros, exquisitos y deliciosos. Liderados por su voz y guitarra Guy Chadwick, ellos en parte fueron los artífices de mi pasión por la música, pues sus sonidos fueron los primeros de este tipo que comencé a escuchar. La canción de la entrada pertenece a su segundo disco homónimo publicado en 1990.

15 delikados susurros:

Viena dijo...

La verdad es que un filósofo que basa sus enseñanzas en combatir el miedo, es ya todo un personaje interesante, pues el miedo es la primera barrera entre el hombre y cualquier placer, por no decir entre el hombre y la vida. Además, algo de revolucionario tuvo porque no era cualquier miedo, sino el miedo a la muerte, considerado miedo universal y a los dioses, que en su época, debió ser todo un atrevimiento. Si a eso añadimos el valor a la amistad y su sentimiento de igualdad de todos los seres humanos, debió ser un gran tipo ¿no? Vamos, que podríamos irnos con él de tapas a esos sitios estupendos que nos dices, a que nos cuente más cosas ¿verdad?
Es un placer leerte Delikat, tienes el arte de integrar perfectamente y con armonía, cosas de aquí y de allá y hacer tus artículos deliciosamente entretenidos.
Un besito.

Delikat Essences dijo...

La tuya sí que ha sido una estupenda reflexión Viena. Cierto es que si nos remontamos a la época en la que vivió este filósofo (en su niñez aún estaba guerreando Alejandro Magno), es todo un atrevimiento su postura. Por ahí he leído que se le puede considerar el primer agnóstico, pues no negó nunca radicalmente la existencia de los dioses, más bien es que estaban en el Olimpo hartándose a ambrosías y como que no les llegaba el tiempo para ocuparse de los pobretes humanos.

Por cierto, al pasar el corrector ortográfico, antes de publicar el post, me cambió el nombre del filósofo por Epicúreo y así ha estado por horas. Disculpad la errata y gracias a un usuario por avisarme.

Mer dijo...

Nena cualquiera que no te conozca pensará que está redonda redonda de tanta tapa y tanto atracón jajaja, anda que si yo fuera tan epicúreo, gastronomicamente hablando, me salían las lorzas por todos lados ¡te odio! :-)

Delikat Essences dijo...

Mer ese es el privilegio de tener un metabolismo activo! En serio hay una cosa muy buena que debes de probar, se llama D E P O R T E....¿Ahora me odias aún más, no? jeje

Joan Benlloch dijo...

Haces una asociaciones perfectas entre culturas. De la filosofía hedonista al hedonismo del dejarse llevar por el picoteo de esas tapas que quitan el sentido.

Claudia Hernández dijo...

Ah, vaya ruta más epicuréamente deliciosa... un lujo para los sentidos, sin duda.
En cuanto al libro del gran Quevedo, lo buscaré en España en cuanto vuelva, gracias siempre por los datos para el deleite del cuerpo y el alma.

P.D.: Ayer intenté por todos los medios de dejar un mensaje. Blogger me daba error siempre.

Sorokin dijo...

Magnífico post, Madame Delikat, dedicado a uno de mis santos protectores, San Epicuro de Samos. Uno es que lleva años intentando practicar sus sanas enseñanzas ¡cuán cierto es eso de que los placeres deben ser compartidos! ¡cuántas buenas horas pasadas discutiendo con los amigotes -a veces a voz en grito, que todo hay que decirlo- practicando la barra fija y el levantamiento de vidrio, mis deportes favoritos! Aunque, aquí en Bélgica lo de la barra fija no se practica demasiado: hay que sentarse aunque sólo sea para dar buena cuenta de una Grimbergen de barril. La ventaja es que uno se excita menos a la hora de discutir.

¿Cómo lleva su merced la ausencia de "Lost" entre tanto?

Delikat Essences dijo...

Oteador muchas gracias por tus comentarios, mira que cuando una está enfrascada en la escritura a veces piensa "menuda parrafada estoy soltando, veremos a ver como encaja la gente esta galimatía", pero bueno, un blog tiene esos riesgos evidentemente y es un poco un trocito del que los suscribe para bien y para mal.

Delikat Essences dijo...

Claudia ayer es que blogger iba de pena e incluso la conexión que tengo en facebook con el blog tampoco funcionaba. Muchas gracias por dejar siempre aquí tus comentarios a pesar de los problema técnicos :-)

Delikat Essences dijo...

Monsieur Sorokin el final de Lost me dejó tan patidifusa, tanta Iniciativa Dharma, tanta mitología, tantos misterios médicos, etc... para al final acabar de esa manera, que no sé que decirle, ni me he quedado con ganas de más serie ni nada de nada. Así que opto por engancharme de pleno a The Wire y aplicarme el dicho "un clavo lo quita otro clavo" o era "una mancha de mora con otra se quita"?

Y no me esperaba yo otra cosa de usted respecto a su elección de protector, vamos que no me lo imaginaba poniéndole el perejil y la monedita a San Pancracio, o rezándole a Santa Bárbara cuando tronara en tierras belgas.

Sorokin dijo...

¡Ah, Madame Delikat, no se crea su merced, que tambien hay otros santos que han extendido su protección sobre mi persona! Por ejemplo, creo en la cita de Santa Teresa de Avila que dice: "en tiempos de zozobra no hacer mudanza" (en fin, o algo parecido). Divisa que he seguido hasta el agotamiento, caiga lo que caiga, aunque lluevan tortugas tuertas ;-)

Lo de seguir "The Wire" es perfecto. La deberían dar como asignatura en las facultades de Sociología. Yo estoy reviendo "los Soprano".

María Pilar Bernal Maya dijo...

No puedo leer estas entradas tuyas a esta hora porque me retuercen las tripas y saliveo, jajajja. Sigo apuntándome tus recomendaciones gastronómicas en mi agenda.
bsits
;-)

Delikat Essences dijo...

Monsieur Sorokin, Santa Teresa era una ilustrada y no cuenta!

Pues más hambre que he pasado yo hoy imposible Pilar, han llegado las 5 de la tarde y por trabajo aún no había almorzado, un horror y encima recordando mi pasado epicúreo.

Cris dijo...

Maravillosa ruta gastronómica, mi libreta de recomendaciones sigue aumentando y aún no he tachado ni un nombre, que vida más poca epicúrea llevo!

Delikat Essences dijo...

Cris continuando con mi nueva faceta refranera te diré lo siguiente, que nunca es tarde si la dicha es buena.

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