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La chica del sol de la mañana


Este fin de semana he dado con mis huesos de nuevo en la Villa y Corte, el motivo propulsor del viaje, que ha dado mucho de sí, era ver la exposición que el Museo Thyssen ha dedicado al pintor norteamericano Edward Hopper (1882-1967). Nunca antes se habían reunido en Europa una suma de obras tan extensa, 73 en total, de uno de los pintores más destacados del realismo americano, con su estilo tan personal e identificable. En la retina de muchos están algunos de sus cuadros convertidos en iconos de la sociedad americana de la primera mitad del siglo XX: escenas cotidianas en gasolineras, cafés, habitaciones de hotel, oficinas, teatros... Normalmente retratos de personas solitarias, invitando así a una reflexión sobre su situación, vida y pensamientos; e incluso a intentar meterse en la mente del voyeur oculto que oteaba a través de una ventana la imagen que el cuadro nos muestra.  


No voy a hablar aquí de estas magníficas pinturas, tenéis hasta el 16 de septiembre para visitar la expo, aún a tiempo amigos, pero sí de un interesante proyecto que el museo ha desarrollado en paralelo a la retrospectiva, nutriéndose de la sinergia de ida y vuelta que ha existido siempre entre el mundo del cine y el pintor.




El director de fotografía Ed Lachman ("Las Vírgenes Suicidas" de Sofía Coppola) ha representado de forma tridimensional uno de los cuadros más famosos de Edward Hopper, "Morning Sun" (1952), el que aparece en la cabecera de esta entrada, y lo ha hecho utilizando técnicas muy cinematográficas: un decorado, una escultura y una iluminación que recrea la atmósfera original del cuadro. El día de la presentación de la exposición y del proyecto, el propio artista explicó el propósito y las técnicas empleadas (lo podéis ver en el vídeo que adjunto abajo), utilizando una modelo de carne y hueso para recrear la escena, que sería luego sustituida por una figura de cartón piedra (no me quiero imaginar a la pobre chica día tras día allí sentada en esa cama mirando a lontananza...)




Me gusta que las salas de exposiciones involucren al espectador y hagan la visita más interactiva, con el fin no solo de hacerla más amena sino de asimilar mejor la información. Visitar un museo puede ser una actividad muy entretenida y muestra de ello son los muchos que cuajan la ciudad de Londres, donde siempre me sorprende como con actividades y juegos, muchos de ellos dirigidos a niños, convierten lo que pueda imaginarse un lugar para el bostezo en un espacio lúdico lleno de genialidades. El Thyssen es una de las pinacotecas más importantes de nuestro país y sin duda se ha apuntado un tanto, siendo consciente además de la nueva sociedad en la que vivimos, donde las redes sociales juegan un papel fundamental a la hora de comunicar y relacionarse. De ahí que como parte de un juego, se invite al espectador a fotografiar la performance de Lachman a través de un marco situado unos metros antes del escenario.

Los resultados son curiosos, juzgad la imagen que tomé comparándola con la original de la cabecera, y eso que fue realizada con móvil, me imagino que con una buena cámara y manos expertas,  la aproximación al original será mucho más aceptable.



Como complemento, se invitaba a subir la fotografía a Twitter utilizando el hashtag #hopperthyssen, añadiendo la frase que imaginamos pasaría por la cabeza de la chica del cuadro. La frase más original será premiada con un catálogo completo de la obra de Hopper.

Solo tenéis que buscar en Twitter esta etiqueta y veréis lo que la imaginación de la gente está dando de sí. Algunos ejemplos:

- No giraré la cabeza, no me giraré, sé que si te miro muero... @martaabella
- Ella piensa en cómo entrar de nuevo en su marco... @dibujario
- La subida del IVA me ha dejado helada... @hateyoguys
- Ojala todo fuera como antes... @sandrukin

Y vosotros, ¿qué creéis que piensa ella? Venga, que sé que imaginación os sobra.

La excusa de la mujer de verde con sombrero

Mujer de verde con sombrero*
 Kees Van Dongen (1908)

Hay viajes y escapadas que son toda una excusa, además bastante difusa, pues vistos en la distancia ya no se sabe si los deseos y prioridades iban por derroteros culturetas o tenían un matiz más terrenal y mundano para saciar otros instintos. Añado que este post, o la idea primigenia de él que no sé cómo acabará, lleva un retraso descomunal. Créanme, la vida de una blogger no es nada fácil, justo ayer me llegaba un mensaje de un amigo en el que su asunto decía escuetamente: "¿Cuándo un próximo post de Delikat Essences?", la presión se masca en el ambiente. Le puse algunos pretextos, que voy últimamente muy mal de tiempo, pero una voz interior me decía "ponte al teclado y déjate de milongas" y en esas me encuentro. Para más inri, siempre hay listillos (link a la página del tunante) que se adelantan y te pisan el tema o parte del mismo, así que hay que echar mano del ingenio para no ser redundante (como el susodicho está de viaje a miles de millas no se va a enterar... ¡qué envidia más gorda le tengo!)



Rebobino y me sitúo, mes de abril en Madrid, esa ciudad que últimamente es la admiración de muchas capitales de Europa y del más allá, a la que hay que reconocer en los últimos años una oferta cultural y de ocio de infarto. Pues bien, ahí estamos, Villa y Corte, dos exposiciones maravillosas al unísono "El Hermitage en el Prado"  y una completísima retrospectiva de Chagall en el Museo Thyssen-Bornemisza. Ambas requerían tiempo y dedicación, pues era tal la cantidad de obras que se exhibían, sobre todo en la del Prado con una variedad de estilos, épocas y contenido brutal, dando una idea del boato y la riqueza en la que se movían los zares rusos, que hacía difícil digerirlas en un fin de semana. Esto nos lleva siempre a tener que seleccionar algunas piezas en las que podernos deleitar, detenernos unos instantes de nuestro estresante periplo para aprehenderlas mejor. Aparte de la impresionante obra de Chagall, existía un cuadro en especial en la colección del Hermitage que quería contemplar "Mujer de verde con sombrero" también llamado "Mujer con sombrero negro" del pintor holandés Kees van Dongen, uno de mis favoritos, fauvista y expresionista a lo largo de su trayectoria pictórica. 

No hay mucha obra de Van Dongen en España, algo en el Thyssen y poco más, y recuerdo una retrospectiva que le dedicó hace años el Museo Picasso de Barcelona a la que no fui. Me encanta el color en este pintor, así como la elegancia con la que retrata a cada una de las mujeres que forman su maravilloso universo de damas con sombrero (otra de mis predilectas es "The Corn Poppy" que se encuentra en el Museo de Arte de Houston, el cual me pilla bastante lejos). Su valoración como artista sufrió un traspiés en la convulsa época que le tocó vivir, después de una época dorada parisina en la que formó parte del movimiento fauvista y a cuya etapa pertenece el cuadro de la colección del Hermitage, tuvo como patrocinador puntual, en un proyecto común con otros artistas, a uno de los líderes de la Alemania nazi, el temible Goebbels, y eso tras la II Guerra Mundial lo dejó en muy mal lugar. Acabo retirándose a Mónaco y se dice que termino sus días pintando a mujeres de la burguesía decadente de la época. Decadentes o no, a mí estas damas me tienen enamorada, tanto así que en mi paso por la tienda del museo me traje cuadernos y otras fruslerías con la señora de verde estampada.  


Y como ya he dicho al principio, a veces las intenciones de las escapadas de fin de semana son muy difusas. Queda claro que no solo del arte vive el hombre, así que días previos hice una exhaustiva investigación de buenos lugares para comer, mi estómago merecía ser bien tratado. Hice acopio de tantos sitios, gracias a recomendaciones de muchos amigos cercanos y virtuales, que tengo para varias escapadas a la gran urbe, pero aquí os muestro uno que creo que merece la pena dados los tiempos de crisis y escasez, La Taberna Badila (C/ de la Cabeza, 7), en pleno Barrio de las Letras.  Lo conocí gracias al estupendo blog "Madrid y yo" y es un lugar sencillo, luminoso y agradable, con cocina de mercado distribuida en menús con primer y segundo plato más postre, servidos tanto de día como de noche y fines de semana, y al estupendo precio de 15 € (bebida incluida).



Se agradece que las ensaladas no llevaran la infame lechuga iceberg que para mi entender no sabe a nada, una aversión personal que tengo, sino lechuga romana fresca y jugosa. El congrio con pulpo y patatas a la sidra que pidió mi acompañante estaba de chuparse los dedos. Yo opté por una pasta fresca con albahaca y salsa de tomate casero riquísima, pero el congrio era un plato estupendo y lo miraba con ojos de deseo, juzguen ustedes mismos.




Bueno y esto ha sido todo, al final he concluido el post entre unas cosas y otras, yo solo espero que para próximas escapadas culturales & gastronómicas me ande más espabilada para pasar luego a contároslo. Ya veréis como el listillo se adelanta con Hopper :-) ...


*Nota: la exposición del Hermitage en el Prado, concebida inicialmente hasta el 25 de marzo, fue  prolongada hasta el 8 de abril de 2012. 


Caprichos que perduran




Dicen que un capricho es una determinación que se toma arbitrariamente, inspirada por un antojo, por humor o por deleite en lo extravagante y original. Ignoro si fue esto o un deseo personal largamente meditado,  lo que llevó a María Josefa Alonso Pimentel de la Soledad, la novena Duquesa de Osuna que inmortalizó a finales del  XVIII el genial Francisco de Goya con sus también caprichosas pinceladas, a convertir las tierras de labor de su villa de recreo,  situada en la Alameda de Osuna, en El Capricho, uno de los parques más desconocidos de la Villa y Corte para propios y extraños y sin embargo, uno de los más hermosos.

Aquellas mentes racionales se quedarán con la última de las opciones, gustarán de imaginar a los arquitectos  favoritos de la nobleza de la época con sus afrancesadas influencias, plasmando sus ideas a golpe de escuadra y cartabón de madera. Otros más fantasiosos,  gozarán pensando que un capricho condenado por su naturaleza a ser efímero,  ha superado el paso del tiempo, que quizás sirvió de decorado al ilustre aragonés para pintar sus escenas de juegos populares en el campo  y que, sorprendentemente,  su romántica quietud salió indemne de varias invasiones, pues fue usado como cuartel de las tropas francesas y un siglo después, como cuartel general del ejército republicano en plena Guerra Civil.

Maravilloso lugar repleto de singulares rincones a lo largo de sus 14 hectáreas, como el Abejero que se construyó para el estudio del comportamiento de las abejas;  el Embarcadero o Casa de Cañas, realizado al estilo chinesco, muy de moda en aquella época,  que era utilizado por los invitados de los Duques de Osuna que gustaban de acudir al Casino de Baile en pequeñas embarcaciones (falúas) a través de la ría que atraviesa el recinto de norte a sur;  la Ermita, construida con aspecto ruinoso y en la que vivieron algunos ermitaños como Fray Arsenio... y tantos otros caprichos que os animo a descubrir por vosotros mismos si pasáis por Madrid. Os aseguro que merece la pena hacer esta parada y descansar del bullicio y  la vorágine de la gran urbe.


Visité el parque hace pocos días, en una corta estancia de fin de semana en la capital,  y estas son algunas de las imágenes que capté. Mi deseo, nada caprichoso, es volver en primavera o verano para disfrutar de las otras tonalidades del jardín y poder acudir además a los eventos culturales que en él se organizan.


Invierno en verde en El Capricho

La Casa de la Vieja, una representación del mundo rural


Invierno en malva en El Capricho



El puente de hierro más antiguo de España (1808)




Templete de Baco




La grieta de mi resbalón


El estanque


La Ermita



La Casa de las Cañas (embarcadero),  se conseva la construcción inicial que se restauró hace 10 años.



Rufus Wainwright - Grey Gardens


Rufus Wainwright, cantautor estadounidense-canadiense. Hijo de los cantantes de folk Loudon Wainwright III y Kate McGarrigle, y hermano de la también cantante Martha Wainwright. Su música tiene unas marcadas influencias líricas que van desde la ópera (a la que quiere dedicarse plenamente algún día para desconsuelo de los que seguimos su trayectoria más pop) hasta la chanson francesa pasando por el musical. En directo es maravilloso, divertido e irónico, lo recomiendo. El tema de la entrada pertenece a su segundo álbum de estudio "Poses".
 
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