Arepa colombiana con salsa de piña
Tercera entrega de las rutas gastro latinas que esta servidora emprendió hace meses, esta vez con la gastronomía colombiana como protagonista. Pero ahora para catarla me voy unos kilómetros al noreste y me sitúo en la ciudad de los Omeyas, es la suerte de haberme criado entre dos provincias de Andalucía, Sevilla y Córdoba, y de no haber distancias para mí, ni geográficas ni emocionales, entre sendas capitales. Por eso hoy vengo a recomendaros un pequeño local que conocí gracias a una gran amiga, y lo curioso es que no está identificado como bar colombiano, ya que como os he contado en otros capítulos de la saga (esto está empezando a oler a Ken Follett), este tipo de bares/restaurantes se han ubicado en lo que eran antiguos negocios de españoles, como lugar de encuentro entre compatriotas, y muchos incluso han conservado el antiguo nombre, aunque su cocina haya dado un giro radical hacia el trópico.
El local es humilde y sencillo, pero está muy bien ubicado cerca de la cordobesa Plaza de Costa Sol, en la calle Alcalde Sanz Noguera (justo enfrente del antiguo edificio de la ONCE). Sabréis que es el bar colombiano porque en la puerta suele haber publicidad sobre actuaciones de grupos de salsa. La sorpresa es que si nos adentramos en él podremos picar, con una buena cerveza Club Colombia, algunos de los platos típicos de la cocina antioqueña, que es una de las muchas cocinas, tantas como regiones, que el país tiene (pacífica, caribeña, amazónica... y un largo etcétera). Entre esos platos antioqueños están la bandeja paisa (una bomba calórica compuesta de frijoles, arroz, huevo frito, chorizo, morcilla, plátano frito...), la empanada, la arepa (de la que ya hablamos en el post sobre cocina venezolana, ya que es un plato disputado por varios países del sur de América), la papa rellena con salsa criolla de acompañamiento... Yo me decidí por estos dos últimos para una cena rápida y más "ligerita" y me sorprendió que la arepa, a diferencia de las venezolanas que había probado anteriormente, venía acompañada de una salsa dulce de piña, además el relleno era una mezcla de carne de res y de pollo. Exquisitas las papas rellenas con la salsa criolla compuesta de tomate, pimiento, ají, cebolla, tomillo, comino, laurel y ajo.
Papa rellena con salsa
criolla de acompañamiento
Leyendo un poco sobre cultura gastronómica colombiana me he encontrado con la sorpresa de que existe un plato, la mazamorra, que en Córdoba todavía se conserva en algunas tabernas antiguas: se trata de una especie de salmorejo blanco o ajo blanco espeso con almendras, pan y ajo, un plato pre-colombino de épocas remotas, cuando aún no se había traído el tomate de América (si queréis tomarlo bien rico en Casa Pepe de la Judería lo podéis encontrar, además de otras exquisiteces que darían para otro relato). En Colombia veo que la receta es distinta y se trata de un postre, en lugar de almendra lleva maíz, pero el efecto óptico de un puré blanquecino es el mismo. En este enlace podéis leer sobre esta curiosidad y sobre otras versiones latinas de la mazamorra.
Y no me despediría satisfecha sin haceros una recomendación cinéfila 100% colombiana. La película la visioné hace ya más de 15 años, pero aún la recuerdo gratamente y me provoca más de una carcajada. Se trata de la "La estrategia del caracol" de Sergio Cabrera y a pesar de los años transcurridos, la temática, tratada con mucho humor y sabiduría, no puede ser más actual: la ocupación de viviendas, los desahucios y la especulación inmobiliaria. Muy recomendable. Lástima que este director haya dejado un poco al margen su trabajo en el cine y se dedique más al documental y a la televisión en la actualidad. Y ahora, sin más demora, me despido hasta la próxima.