Londres está lleno de sitios pintorescos y Columbia Road es uno de ellos. Situada al noreste de la ciudad, esta calle surgió
como camino del ganado a los mataderos de Smithfield y más tarde,
con el crecimiento que tuvo lugar con la revolución industrial en
la época victoriana, se urbanizó para dar respuesta a la explosión
demográfica de la gran urbe. Resumiendo mucho la sorprendente historia de la zona, a finales del siglo XIX el carácter
comercial de la calle se fue perfilando, aquí se instaló un
floreciente comercio de madera y de su mano surgieron artesanos y oficios relacionados con el sector (tapicerías, fresadores, etc.). Posteriormente se instaló los domingos un mercado de flores y
plantas traídas desde las huertas cercanas de Hackney e Islington.
En los años 70 la calle y el mercado entraron en declive y se
planteó su cierre, pero los vecinos lucharon por conservarlo y en los
80 resurgió cual Ave Fénix, instalándose en toda ella un
puñado de tiendas, cafés y pubs con fachadas de madera de colores
realmente adorables en su conjunto.
Me encanta pasear por esta zona, sin duda es una de mis favoritas, tranquila, tan “lovely”, con sus preciosos y originales comercios, para mi es una de las calles con más auténtico sabor inglés de la ciudad, sin franquicias, sin grandes almacenes.
Una
curiosidad y dato importante: la mayoría de las tiendas de Columbia Rd. sólo
abren el día de mercado (si vais entre semana os encontraréis con la mayoría del comercio cerrado), aunque en Navidad, los cuatro miércoles
previos al 25 de diciembre, se hace un mercado navideño de tarde donde todas las tiendas
sacan sus mercancías a la calle y la noche se vuelve de lo más animada y concurrida. Esta vez pude disfrutar allí de un frío
y helado miércoles pre-navideño y realmente me encantó, a pesar de las bajas
temperaturas y del abundante vino caliente que esto me obligó a tomar... El alcohol se evaporaba al calentarse, ¿verdad?
¿Qué
podemos encontrarnos en Columbia Rd? Pues desde adorables cafés y pubs, tiendas de comida delicatessen con café incluido como Jones' Dairy, donde tomé hace años unas auténticas ostras colchester (foto de cabecera); de cerámica antigua; accesorios artesanales y vintage de tela como los de Beyond Fabrics; de muebles de madera y decoración; hasta un ancianita perfumista
con nombre de cuento, Angela Flanders,
que al preguntarle por qué había llamado a uno de sus perfumes “Josephine”
(el nombre que hay detrás de Delikat), me comentó que la razón es que llevaba como aroma
principal la flor de violeta, la preferida de la emperatriz francesa, y
que al morir ella, Napoleón mandó guardar violetas de sus jardines en un colgante que siempre llevaba al cuello. Leyenda o realidad, en todo caso es una bonita historia que quedo grabada en mi novelesco cerebro.
O una antigua tienda de golosinas, Suck& Chew, llena de botes vintage con esas "chuches" que ya no vemos en ningún sitio.
O una antigua tienda de golosinas, Suck& Chew, llena de botes vintage con esas "chuches" que ya no vemos en ningún sitio.
Si seguimos caminando nos encontraremos con un curioso salón de belleza retro, The Powder Room, para auténticas chicas pin-up.
¿Me enseñarán aquí a ponerme de una vez el eye-liner en condiciones? La próxima ocasión entraré para averiguarlo.
Una sorprendente tienda de accesorios, con sombreros de todo tipo de diseños y original escaparate.
¿Queréis más motivos para incluirla en vuestra agenda de viaje? Pues nada mejor que hacer una parada para tomar un delicioso almuerzo. He comprobado en mi reciente visita a la ciudad, que la cocina inglesa está teniendo una revisión magnífica por parte de jóvenes chefs, si bien siempre que voy a Londres aprovecho para conocer gastronomías de otros países, dada la gran cantidad de personas de otros confines asentadas en la ciudad desde hace décadas, en este viaje ha sido distinto y he conocido estupendos restaurantes donde tomar un buen "pie" (pastel de carne) o un sabroso "cumble" de postre, pasados por el tamiz de la cocina contemporánea.
Uno de ellos se encuentra en esta preciosa calle, Brawn. Es un agradable restaurante de mesas de madera, luminoso, con comida sencilla de productos locales, donde disfruté de un riquísimo pie de carne de pato y de una muy buena carta de vinos. Muy recomendable.
Brawn (49 Columbia Rd. - London)
¿He dicho ya lo que me encanta Columbia Rd? Os invito a que entréis en la Web que tiene la calle, podéis hacer un paseo por la acera izquierda y derecha, comercio a comercio e ir haciendo boca, yo espero pasearme pronto por allí con un clima más primaveral.
http://columbiaroad.info/