Diario de una adicta al té I


Hace tiempo que vengo barruntando en la cabeza hacer una serie de entradas para compartir una de mis pasiones/adicciones favoritas, el consumo y disfrute del té, y para no hacer un larguísimo post, no es fácil resumir toda la información que se me amontona en la cabeza, lo intentaré dividir en varias series donde hablaré de distintos aspectos de este mundillo: tipologías de té, tipo de teteras, procedencias, la conservación del té, establecimientos, etc.  

El término “té” deriva del dialecto chino "amoy t`e" (pronunciado "tai"), en alusión a la Camellia Sinensis, un pequeño árbol de la familia de las teáceas de cuyas hojas, y según el proceso de elaboración, se derivan las distintas variedades de té más conocidas y otras menos populares. El término fue adoptado por los holandeses como "thee" (que fueron los que lo introdujeron en Occidente, en un trueque con la salvia, pensando que esta planta aromática arrasaría en Oriente, y fue justo el efecto inverso), y posteriormente los ingleses lo trajeron de la India y lo adoptaron como "tea"; y ya conocemos las derivaciones en otros idiomas: “tee” en alemán, “té” en español, “tè” en italiano,"thé" en francés, etc.

El té durante los siglos XVII y XVIII estuvo reservado a la aristocracia, y no fue hasta el siglo XIX que comenzó a consumirse por la burguesía europea en salones literarios y tertulias, hasta el punto que hoy por hoy, en Reino Unido es la bebida más consumida. Las primeras partidas que llegaron a Europa procedían mayormente de China  y la India, posteriormente se introdujo el té de Japón y otros lugares del mundo (Taiwan, Vietnam...) Un país vecino que consume bastante té, en su variedad verde aromatizado con hierbabuena, es Marruecos, pero paradojicamente no fue hasta el siglo XVII que por acuerdos comerciales y estrategias políticas, no fue introducido su consumo por los ingleses. Tiempo atrás no se tomaba esta bebida en el norte de África, sino simplemente una infusión de hojas de menta.

Una puntualización, la generalización del vocablo té, ha hecho que con este término nos refiramos en muchas ocasiones a la infusión de cualquier hierba aunque no sea la Camellia (el té rooibos por ejemplo, cuando se trata de otra planta muy distinta procedente de Sudáfrica e introducida también por los holandeses) y esto, lleva a muchos errores, pero claro, quedaría un poco pedante decir "me voy a poner una infusión de Camellia Sinensis", aunque los que me conocen saben que soy capaz de ello ...

Hechas algunas aclaraciones, voy a tratar a continuación la mayoría de las grandes tipologías de infusiones que proceden de esta planta. No quiero olvidarme de comentar que si bien el té en bolsitas es más cómodo y práctico, las calidades que podemos encontrar en tiendas especializadas con el té suelto comprado al peso, son inmensamente superiores y que merece la pena pagar un poco más y disfrutar de un sabor pleno.

Sin fermentar

Té Blanco: conocido en china como el té de los emperadores, ya que a estos se reservaban los primeros brotes para su consumo por su sabor más fino y exquisito, es un té sin fermentar, recibiendo sólo un proceso de secado de la humedad propia de la planta, y conservando la mayor parte de los polifenoles antioxidantes (superior al 30%). Es uno de los más caros y dentro de él podemos encontrar la variedad silver (posee ligeros matices plateados como el de la imagen de abajo), que es como el súmmum de la exquisitez: producido en la provincia de Fujian, solo puede ser cosechado en los primeros días de primavera, y esta constituido por los más tiernos brotes que suelen aparecer rizados. Su infusión es de un color muy claro.


Se suele tomar puro para apreciar su delicado sabor, sin mezclar con otros aromas.

Té verde: en los últimos años es de los más populares, extendiéndose a la gastronomía y cosmética,  por las muchas propiedades antioxidantes, anticancerígenas, remineralizante de huesos, aporte de fluor, etc., que tiene y que comparte con el blanco, pero al ser más económico y de sabor más intenso, se ha popularizado más. También es un té sin fermentar y sólo se seca la humedad natural de la planta aplicando vapor para detener la fermentación de las enzimas, aunque ya no procede de los exquisitos primeros brotes. Tiene también un elevado contenido de polifenoles, cercano al 30%. Tanto China como Japón son grandes consumidores de té verde, la diferencia es que los chinos lo suelen presentar en bolitas (la hoja enrollada sobre sí misma que es el que se consume en Marruecos), y los japoneses, cortando las hojas en juliana. Personalmente tengo predilección por los tés verdes japoneses, el Bancha, el Ryokucha, el Matcha (este último es el que se usa en polvo para dar color y sabor a helados y otra respostería), o el Tamaryokucha, mi favorito (de sabor intenso como a hierba recién cortada y con un color verde maravilloso como el de la imagen), que se produce en el sur del país y afortunadamente, ha quedado a salvo de radiaciones nucleares.



En general el té verde es muy apropiado para aromatizar con frutas y flores, sobre todo los de calidades más medianas, pues sería una aberración mezclar un té de una calidad excepcional con otros aromas.

Antes de pasar a la siguiente tipología, debo de mencionar el Té amarillo, que es un tipo de té producido en China, muy escaso y con una ligerísima fermentación casi imperceptible que se frena con calor seco, díríamos que es el té a medio camino entre los verdes y los semi fermentados y tiene similares propiedades al verde.

El mundo del té es fascinante, existiendo años donde se han dado mejores cosechas que en otros, como sucede con la uva; donde no es igual la primera recolección de la planta que la segunda o la tercera; y mencionar los llamados "jardines de té", plantaciones heredadas de generación en generación y originarios de la época imperial en China, teniendo muchos de ellos su propia denominación de origen.

Nota: la temperatura para infusionar estos tres tipos de té, mucho más tiernos que otros, no debe ser excesiva, ya que así quemaríamos las hojas (aconsejable entre 75-85º) y el tiempo de infusión entre 2-3 minutos.

Semifermentados

Oolong: este té procede principalmente de China y la verdad es que tiene un sabor muy peculiar, como a tostado/ahumado, con lo cual es muy usual que se consuma acompañando platos de pescado. A mí me gusta mucho y no contiene mucha teina. Tiene un 20% de polifenoles antioxidantes. Es un té a medio camino entre el té verde y el té negro, de ahí que en sus hojas veamos tanto matices verdes como negros (por eso también se le denomina Té Azul) como aparece en la imagen. En su proceso de elaboración recibe varios procesos de secado al fuego.



Fermentados

Té negro: aquí tenemos uno de los tés más populares y el más consumido en Reino Unido. Es un té sometido a un proceso de secado y fermentación de sus enzimas, con un 10% de polifenoles antioxidantes, siendo el que tiene más alto contenido en teina, con lo cual es uno de los mejores sustitutos matutinos del café para despertar y aclarar la mente dormida y tomar, si se desea, con leche. También es uno de los más aromáticos, con cuerpo y mucho sabor. Al contrario que la cafeina, la teina tiene una curva de acción mucho más progresiva, con lo cual no produce es bomba energética del café, pero tampoco produce ese bajón tan grande después de la caida en sangre de la sustancia estimulante, pues la teina se va del cuerpo más poco a poco que la cafeína. 

Es un té muy apropiado para aromatizar con especias (por ej. la variedad Chai), aunque también tenemos variedades con frutas y flores, por ejemplo, el Earl Grey aromatizado con bergamota, muy del gusto inglés y que encuentro exquisito para desayunar, incluso a veces lo tomo con leche (eso sí, siempre vegetal, pero eso ya es cuestión de gustos).

Nota: Estos tipos de té aguantan el agua más caliente, entre 80-85º el semifermentado y  90-95º el negro. Los primeros infusionan en 3 minutos y los segundos en unos 4 minutos.

Extra fermentados

Té rojo (Pu Erh): el té rojo se denomina así por el peculiar color y sabor a tierra que adquiere al someterse a un largo proceso de fermentacion tras su secado. El precio de los tés rojos varía mucho dependiendo de su tiempo de fermentación, y en tiendas especializadas podemos encontrar cosechas con una fermentación de hasta 50 años o más, con lo cual su sabor terroso se acentua, incluso llegando a tener toques de setas. Es un té muy diurético y depurante, ideal para perder peso. Hay variedades en China que se presentan en pastillas prensadas que es el que yo suelo comprar, en lugar de en bolsitas, y tiene una altísima calidad. De esta manera, prensado, se utilizaba para fabricar moneda para el comercio, como la que aparece en la imagen.



Es un té que se suele presentar generalmente puro o aromatizado simplemente con canela y/o vanillla.

Nota: El té rojo debe infusionarse en agua entre 90-95º  y necesita unos 3-5 minutos de reposo.

Seguro que me acordaré luego de cosas que no os he mencionado, pero no está mal para empezar y prometo seguir con la saga para ir ampliando información. Para finalizar, os voy a dejar una sencilla receta para disfrutar de un té verde con plátano, tan fácil como machacar un platano maduro y colocar la pulpa en el fondo de una taza y a continuación infusionar el té el tiempo que proceda, si vaís a preparar té para varias personas, podéis colocar sin más la pulpa en el fondo de la tetera donde infusionará.

Ella Fitzgerald - Tea for two

Ella Fitzgerald, apodada “Lady Ella” y “The First Lady of Song”, fue una de las cantantes estadounidenses más importantes e influyentes de la historia del jazz, aunque su repertorio musical es muy amplio e incluye swing, blues, bossa nova, samba, gospel, calypso, canciones navideñas, pop, etc. La canción de la entrada fue compuesta en 1925 para la comedia musical "No, no Nanette" y fue luego interpretada por varios grupos y solistas de jazz, entre ellos Lady Ella.

21 delikados susurros:

foodtravelandwine dijo...

Que entrada mas preciosa.....y la primera foto enloquece!!....es una maravilla.....es realmente un cuadro de arte!!........Abrazotes, Marcela

Delikat Essences dijo...

Sí Marcela, es una colección de teteras maravillosas, quién la tuviera! :-)

Un abrazo,

Cris dijo...

Sabía de tu aficción al té, es imposible estar al lado de Delikat y no sucumbir, sé de mucha gente que ha acabado convertida por ella, pero al ver así toda la información junta, me he quedado patidifusa: no sabía lo de las temperaturas distintas según el té, no me había parado a pensar en que según fermenten o no y según la intensidad de este proceso es un té distinto. En fin, que esperando estoy tus próximas entregas para seguir aprendiendo. Un abrazo.

Claudia Hernández dijo...

Querida Delikat, cuánto agradezco tu post, ya que ignoraba las diferencias básicas de los colores. Como buena americana soy una fanática del café. Pero en las tardes me apetece más un té, sin duda. Bebida que he aprendido a disfrutar (sin desbancar a mi amado café) en esta Alemania de clima inclemente. En casa tengo una variedad de 8 diferentes tés, y acá las tiendas especializadas son una maravilla y están por todos lados.
Hay una tetería que estoy pendiente de reseñar, esa irá dedicada a ti, sin duda.
Saludos

Delikat Essences dijo...

Hola Cris, muchas gracias por la buena publicidad que me haces jaja :-) Aquí te quiero ver para empaparte del mundo tetero. Un besote.

Delikat Essences dijo...

Gracias Claudia, cuando vayan desarrollándose los capítulos, profundizaré en cada una de las clases de té, pues se quedan atrás muchos detalles que creo que son bonitos e interesantes de conocer. Gracias también por ese detalle de futuro post, qué honor :-)

Un gran abrazo.

Mer dijo...

Muy bueno el post, con muchísima información y muy claramente expuesta para los incultos en este mundillo (yo mismo). A mí me ocurre que me gana la pereza, me parece que requiere de más ceremonia y detenimiento hacerse un té que un café, pero interesante es un rato.

Un abrazo,

Delikat Essences dijo...

Gracias Mer, me alegra ver que te ha interesado, a ver si te pica el gusanillo y dejas entrar el té en tu vida (verás, es que soy dueña de varias fanegas en la India y la cosa está muy mala).

Un abrazo.

Joan Benlloch dijo...

Excelente entrada sobre el té Delikats. No me vendría nada mal una taza de cualquiera de sus variedades mientras disfruto, todavía, de Mark Oliver Everett.
A cuenta gotas. No más de 1 ó 2 capítulos al día. Quiero que me dure. Me hace reír (aunque luego se me congele la sonrisa), otras no. Pero es uno de esos libros, que si no le pusiera medida, ya me lo abría devorado.
Y con la Gran Dama de Jazz de compañía, pues…

Delikat Essences dijo...

Gracias Sr. Oteador, yo encantada de que pase por aquí a tomar una taza de té y a charla un poco sobre las cosas que nos hacen disfrutar tanto.

Un abrazo.

Sorokin dijo...

Muy buen post. Muy bien documentado, Madame. Precisamente estuve en Pekín el otro día en una de las llamadas "casa del té", donde te hacen una demostración de cómo debe realizarse la infusión de cada uno de los tipos que menciona su merced además, del té de jazmín, que los chinos adoran, aunque el más normal sea el té verde.

Es curioso, en las reuniones oficiales, te ponen una taza con unas hierbas de té verde, cubierta con una tapa. Cada tanto (no llevé la cuenta), entra una atractiva (en general) joven con una jarra de agua caliente y va rellenando las tazas a medida que los participantes se lo van bebiendo (sin azúcar, por Diossss). Sólo tiene un problema: el flujo de gente hacia la "toilette" es bastante alto, pero nadie se extraña de que en medio de la reunión, la gente (los occidentales más que nada), se levante de su asiento sin decir ni mú y vuelva a los cinco minutos. Tal vez sea esa la razón de que a China haya que ir en un grupo numeroso: para que siempre quede alguien tomando notas en la sala de reunión. ;-)

Delikat Essences dijo...

jajaja buenísima la anécdota del servicio Monsieur Sorokin, aquí en mi trabajo a las compañeras que he abducido les pasa lo mismo, bueno y a la que suscribe, que es un ir y venir a la toilette :-)

Por cierto, el té de jazmín no es otra cosa que té blanco o verde, aromatizado con esta flor, no es una infusión del jazmín a secas. Aquí en Sevilla hay una tienda especializada que es una maravilla (post pendiente). Llevan unos 8 años ofreciendo una variedad de té exquisita, no es una franquicia, son dos apasionados del té que se dedican a viajar y a traer lo que encuentran digno de catar, tés con denominaciones de origen y clasificados por cosecha. Y a lo que iba, me explicaron que los buenos tés de jazmin tienen un proceso precioso: cuando aún está fresca la hoja y brotes recién recolectados, los expanden en el suelo y le ponen un lecho por encima de jazmines frescos, para que durante la noche atrapen su olor, luego les quitan la mayoría de las flores a mano para que no amarguen el sabor, apenas quedan algunas. Yo compro uno con denominación de origen que es como el caviar del té (40 eurazos el kilo pero unos gramos merece la pena traerse) y se llama Yin Zhen. No es precioso. El día que haga el capítulo de los tés chinos comentaré más cosas como ésta.

Gracias por sus comentarios Monsieur Sorokin

Delikat Essences dijo...

Ah lo olvidaba, es una aberración echarle azúcar a estas maravillas (hablo de estos tés tan finos procedentes de los primeros brotes, del blanco y del verde sobre todo). Hay que apreciar el sabor a hierba, los matices, el aroma... sin intermediarios! :-) ¿Le pondría usted azúcar al coñac para endulzarlo? jeje

Chic Soufflé dijo...

Muy buen post sobre algo que me encanta. Yo desde que abrieron una tienda de té maravillosa en Valencia estoy contentísima, encantada de poder comprar té de calidad de todo tipo al peso. Seguiré leyendo "la saga" para aprender más sobre el té y cómo disfrutarlo.
Saludos.

Fe-i*ká dijo...

Sabes a mi me gusta más el café...
Pero tomo nota para el proximo encuentro con mis amigas "te-teras".
Amalia es una de estas amigas, ella con su tacita de te con una nube de leche y yo con la mía de café podemos pasar horas y días hablando sin parar, bueno ella un poco más.
Saludos amiga "te-tera"

Delikat Essences dijo...

Fe-i*ká a mi me pasa a la inversa, el café no me gusta mucho, ni ningún dulce o helado que lo lleve, excepto el tiramisú si no está muy cargado. En cambio de té bebo litros al día, por la mañana me tomo uno negro con leche de arroz para espabilarme, y luego la media es de 3-4 más entre verdes y blancos a lo largo de la mañana y uno rojo con canela en rama después de comer. Eso sí, al llegar la tarde me paso a infusiones más relajantes para dormir bien, sobre todo rooibos o honeybush.

Un abrazo

Ray dijo...

Esta entrada puede que me haga darle una oportunidad al té. Mi cultura me tira al café, pero siempre está bien ampliar los gustos.

Delikat Essences dijo...

Igual que a Claudia que es paisana tuya Ray. Pero te digo que he convertido a una gran cafetera, tomaba 4 cafés diarios la mujer, enviciadita perdida, y ahora cada vez que voy a verla su frase es "¿Preparamos un té?. Hablo de mi madre.

Viena dijo...

Preciosa colección de teteras Delikat, iba a preguntarte si es tuya, pero creo que en algún comentario has dicho que no. Yo tengo algunos artilugios teteros, me gustan mucho y los compro cuando veo alguno bonito. El té, lo compro en un lugar que se llama Imagina-té y no tengo muy claro si se trata de una franquicia porque conozco uno en Alicante y otro en Elche, pero me parecen de muy buena calidad. Por cierto, compro a 50 Euros el kilo de té, un par de mezclas que me gustan. Vamos que cuando pesan una se pone a pensar que el saquito también te lo están cobrando a precio de té ¿A que sí?
Esperaré con interés los siguientes posts, si vienen tan completos y tan profundos como este, vamos a aprender mucho, pero mucho sobre el mundo del té. Y eso me encanta.
Un beso.

Delikat Essences dijo...

Me alegra saber que compartimos pasión por esta hierba. Me estoy acordando de uno de los libros de Asterix, en el que se va a Inglaterra con Obelix con unas hierbas que le había dado el druida de su poblado. Cuando llegan allí los ingleses tomaban solo agua caliente con una nube de leche y no recuerdo bien si fue por azar o a propósito pero las hierbas acaban siendo infusionadas y los ingleses se vuelven locos con ellas. Era la peculiar y humorística forma de Goscinny de contarnos el comienzo de este hábito en la cultura inglesa ¡gracias a los galos¡¡ :-)

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